Dadas las características del territorio, encontramos una alternancia de paisajes alpinos de alta montaña pirenaica con los bosques de ribera en los márgenes del Segre al fondo de valle.
Los bosques de ribera son caducifolios y crecen a ambos lados de los cursos fluviales sobre suelos que, a partir de una cierta profundidad, suelen estar empapados de agua. Estos bosques son los más productivos porque raramente les falta el agua, el principal factor limitativo del crecimiento. Algunas de las especies más habituales que podemos encontrar son: Álamo, Freixes, Olmos, Chopos, Sauces blancos, Alisos ...
A medida que nos alejamos del río y subimos por las laderas de la montaña aparecen los árboles de hoja perenne: los pinos, la encina y el alcornoque. En las zonas del bosque más húmedas y frescas - sobre todo en las umbrías - se establecen árboles de hoja caduca, de los cuales los más destacados son el avellano y el roble. Una característica curiosa de nuestros bosques es la presencia de castaños, debido a la existencia de suelos propicios a esta especie arbórea.
En cuanto a la fauna la diversidad de ambientes, altitudes, orientación, composición del sustrato, microclimas, etc. origina una considerable variedad.
Los mamíferos más representativos son:
Las aves constituyen el grupo más interesante y abundante, destacaremos:
En los barrancos y ríos podemos encontrar:
Madrilla, Carpa y Trucha